Participación en el encuentro de estudiantes en Segovia Diciembre 2015

A raíz de nuestro contacto con FEMAE- Federación de asociaciones de estudiantes de la Región de Murcia - https://femaemurcia.wordpress.com/ para que apoyen la creación de una asociación de estudiantes en nuestro centro, nos ofrecieron que una alumna fuera en representación de nuestro centro al encuentro estatal juvenil que se realizó del 4-6 diciembre en Segovia organizado por CANAE - Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes http://www.canae.org/

El objetivo de mismo era encontrarse con otros estudiantes, compartir experiencias y aprender aspectos generales sobre cómo participar en los centros educativos.
La alumna Cristabela Asencio, nuestra corresponsal juvenil con el Instituto de la Juventud de Cartagena participó de esta experiencia que nos comparte a través de este relato con fotos incluidas. Gracias Cistabela :) 

Por una parte, el viaje se nos hizo un tanto largo, ya que fueron unas catorce horas de trayecto. Salí de mi casa a las 7 de la mañana y hasta las 9 de la noche no llegamos al albergue.
Se me hizo un poco extraño llegar y tener que hablar con gente que no conocía de nada, pero en muy poco tiempo les cogí confianza y nos hicimos amigos.
Hay alguna que otra anécdota. La primera, puede que fuese mi impresión al ver lo grande que era Atocha, sabía que tenía que ser grande, pero no imaginaba que tanto. Al entrar en la estación y ver un lago con tortugas dentro del propio edificio me sorprendí bastante, pero lo hice aún más cuando, al ir hacia Segovia, subimos en un tren de dos plantas; parece algo unn poco estúpido, pero me impresionó de verdad.
Una vez llegamos al albergue, todos pensábamos que dormiríamos en habitaciones separadas de chicos y chicas, pero acabamos todos en una habitacion de 17 personas, cosa que aunque a primera impresión pueda parecer divertido, no lo fue tanto; un compañero no se calló en toda la noche y el sábado estábamos todos muertos de sueño.
El sábado tuvimos 4 clases de una hora y media mas o menos cada una. Pusimos un buzón para echar cartas y, en los descansos, se repartían entre las personas que estábamos. Me quedé encerrada en el baño y tuvieron que venir a buscarme, pero tardaron unos 10 minutos en darse cuenta de que no estaba. 
Teníamos clases todo el día, tanto dentro como fuera del albergue. Aunque puede parecer aburrido hacer un viaje y tener que dar clase, no lo fue para nada.
En las diferentes horas, aprendimos desde como captar la atención de profesores, alumnos y padres, y animarles a que partcipasen bien en la junta directiva o bien como asociados, hasta que papeles deberíamos de rellenar y que documentación cumplimentar con estos a la hora de hacer nuestra asociación "legal". Durante las clases, teníamos un papel con un excremento dibujado (por decirlo de otra forma mas coloquial, una mierda) que debíamos pisar siempre que uno alzase la voz al grito de "¡mierda!", de esta forma evitábamos la monotonía de estar sentados en el mismo lugar y, por otra parte, preveníamos lo que suele pasar a varios alumnos mientras están sentados en las aulas, que es que muchos de ellos, pasado un rato, apenas prestan atención a sus profesores; en mi opinión, es una forma bastante sencilla de captar el interés del alumno y conseguir que adquiera conceptos mas rápidamente.
Y por la noche, hicimos algunas actividades que nos dejaron a todos manchados, tanto de harina, como de flan.
El domingo, estábamos todos desanimados, pues nos teníamos que volver a nuestras casas, y nadie quería irse. Tuvimos una reunión con concejales de educación y después de comer, volvimos a Madrid para poder regresar a nuestras casas.

Ha sido una experiencia muy agradable y espero pode repetirla cuanto antes y así volver a ver a la gente que hemos dejado lejos.